Jaime Colsa, el poliédrico empresario, mecenas, motero y ‘porschista’. EXPANSIÓN
Por Florian R.S. para Fuera de Serie.
Mi próxima compra será un reloj Patek Philippe, en concreto, un Aquanaut Chrono. Es un sueño conseguido, un capricho que me voy a dar por mi 50 cumpleaños porque se trata de una fecha muy señalada y quiero recordarla de una manera especial.
Mi bebida favorita es el champán del Club Matador. Cada año se lo encargan a un pequeño productor francés, que fabrica para ellos unas pocas botellas y están deliciosas. Bourgeois-Diaz, Claude Cazals y Pierre Péters son algunas bodegas familiares con las que han contado últimamente. El Club Matador, del que soy socio fundador, es un lugar donde me encanta ir para relajarme o disfrutar de un rato con amigos.
El artista de quien tendría una obra de arte si pudiera sería algo de Cristina Iglesias en el jardín. Me parece que sus esculturas, murales y naturalezas muertas, en las que combina materiales de distintos tipos (hormigón, acero, bronce, bambú, hojarascas, etcétera) encierran algo muy especial.
En mi mesilla de noche tengo el libro que estoy leyendo, en este caso, Buena Mar, de Antonio Lucas. Suelo leer en torno a temas muy variados (arte, emprendimiento, viajes, personas…). Normalmente son libros relacionados con la inquietud que tenga en ese momento, temas que ocupan mi cabeza… y ahora me interesa mucho el mar y la navegación.
En mi despensa nunca falta miel artesanal de mi amigo Salva, las anchoas de Fredo, de la costera de 2019 que fue excelente y algún vino con R&R como un tinto Venus o un blanco, El Incomprendido.
La siguiente obra de arte que voy a adquirir es un cuadro de Abraham Lacalle. Es una acuarela sobre papel de gran formato con el trazo colorido, ágil y espontáneo que caracteriza a este artista. Lacalle es uno de mis pintores favoritos y tengo más obras suyas. En general, me gusta el arte contemporáneo porque me permite conocer personalmente a los artistas y compartir con ellos su proceso creativo.
Mi vehículo favorito es el Porsche 911 Gt3 RS. Es la versión más deportiva del icónico modelo de la marca alemana, y con él voy a conducir siempre que surge una oportunidad en circuito: Jarama, MotorLand o al Circuito de Navarra.
Mi restaurante preferido es el Asador La Trainera, en Pedreña (Cantabria). Es imposible resistirse a su pescado a la brasa o al arroz con almejas. El trato es familiar y Manolín, Conchi y sus hijos me hacen sentir como en casa. Esa cercanía, unida al mejor producto del Cantábrico y a sus vistas a la bahía, hacen de él un lugar irrepetible.
El lugar que me inspira es la bahía de Santander. Es única en el mundo por su belleza, playas y vistas increíbles. Tiene lugares como la ría de Cubas o la isla de Pedrosa donde los paisajes son espectaculares. Y lo mejor es que puedes disfrutar de los deportes náuticos sin salir de la ciudad. Eso te permite pasar de estar trabajando a desconectar en apenas cinco minutos.
Mi pasión en realidad son dos: el arte y el motor. Ambos mundos se combinan en mis proyectos Truck Art Project y PBX Creativa, de mecenazgo cultural, y CRD (Cafe Racer Dreams, líder mundial en la fabricación artesanal de motos de estilo cafe racer).
No salgo de casa sin el móvil, por desgracia. Me gustaría olvidarme de él y no tener que responder tan rápido a mensajes y llamadas. No tanto por las redes sociales, pues no tengo dependencia de ellas. Desconectar más es uno de mis propósitos cada año. A veces no uso smartphone o borro apps, pero no logro tanto como me gustaría.